Artículo de psicología | PSICOLOGÍA ARIAS

LA PSICOLOGÍA DEPORTIVA APLICADA A UN EQUIPO DE FÚTBOL

De una u otra manera siempre se ha reconocido la importancia de las cuestiones psicológicas en el deporte de competición, destacando su influencia tanto en el funcionamiento general de los deportistas como en su rendimiento deportivo.

En los últimos años, cada vez se hace más presente en el deporte profesional, la figura de un psicólogo; ya que los beneficios que aporta están más que comprobados.

El entrenamiento deportivo, fundamentalmente el de alta competición, no puede detenerse en el aprendizaje y la repetición de habilidades, sino que debe abarcar, también, la preparación de los deportistas para que sean capaces de rendir, al máximo de sus posibilidades reales, en las condiciones ambientales "motivantes/estresantes" que caractericen a la competición en su deporte.

Algunas estrategias pueden y deben ser aplicadas por el entrenador en su rutina habitual (por ejemplo, procedimientos para la evaluación de la conducta externa o establecimiento de objetivos); otras tienen que ser utilizadas por el propio deportista (por ejemplo, procedimientos de autoobservación y autoevaluación, autoinstrucciones, etc.) y, por último, otras más complejas tienen que ser utilizadas por un psicólogo (por ejemplo, reestructuración cognitiva).

Un equipo es una unidad, con ciertas características y determinado funcionamiento, pero es necesario tener en cuenta que está formado por unidades más básicas (cada uno de los jugadores, equipo técnico, directivos, aficionados). Cada una de esas entidades básicas aporta al equipo su propia identidad, su personalidad y su forma de enfrentarse a la vida laboral y personal. Para que los resultados sean óptimos, el ajuste entre todos ellos debe ser el mejor posible, actuando todos en la misma dirección de crecimiento de esa entidad superior, el equipo.

Si ese ajuste no es el adecuado, los problemas resultantes a los que se enfrenta un equipo de fútbol pueden ser de diferente índole: resultados negativos, desacuerdos o conflictos internos, desmotivación, complejo de inferioridad, espíritu de lucha mal enfocado, implicación insuficiente de los miembros, ansiedad pre-competitiva, competitiva o post-competitiva, etc.

En el fútbol no todo es técnica, táctica y preparación física. En muchas ocasiones, lo más importante para que un equipo supere situaciones extremas es que sus jugadores sepan manejar la tensión. Uno de los momentos más difíciles para un futbolista es cuando su equipo roza el descenso o se siente presionado ante un posible ascenso.

Cuando un equipo se encuentra ante un partido que puede condicionar gran parte de su futuro, los jugadores y técnicos están rodeados de una tremenda presión psicológica. En estos casos, la fortaleza mental del bloque es incluso más importante que los fundamentos futbolísticos del equipo, normalmente sobrevive aquel que mejor se mueve en situaciones delicadas. Lo más importante es que el entrenador mantenga todo bajo control, esté calmado y no se deje llevar por el fuerte componente emotivo de este tipo de citas, diseñando la estrategia más adecuadas fría y calculadamente. El técnico debe conocer el estado psicológico de sus jugadores para escoger a los que mejor sepan enfrentarse a grandes retos. Quizás sea un partido para echar mano del liderazgo más que la calidad. Se suele confiar en jugadores veteranos curtidos en numerosas batallas, y a los que la tensión apenas afecta.

Tando un descenso como un ascenso de categoría puede significar importantes cambios para un club, jugadores, técnicos, empleados y aficionados, por ello la presión que soportan los futbolistas en los días previos a un encuentro decisivo puede llegar a bloquearles, impidiendo que den un rendimiento óptimo. Los futbolistas deben ser conscientes de la importancia de saber que al final se trata de un partido de fútbol como los demás. Los que finalmente salen al terreno de juego deben estar motivados, tranquilos, metidos en el choque y creer en las posibilidades de su equipo.

El entrenador puede utilizar estrategias psicológicas para organizar mejor el funcionamiento de su equipo, obtener más beneficio de las sesiones de entrenamiento y optimizar el rendimiento de los futbolistas en los partidos. También para lograr una mayor satisfacción de los jugadores con su deporte, propiciar que la actividad deportiva sea saludable y formativa, prevenir lesiones y evitar el abandono del deporte.

Aspectos psicológicos como el estrés, la autoconfianza, la atención y la cohesión de equipo influyen en el rendimiento de los deportistas en los entrenamientos y partidos, en su actitud respecto al deporte que practican y en la forma que asimilan la experiencia deportiva. El entrenador puede intervenir a través de sus decisiones y acciones, controlando circunstancias ambientales que influyan en el funcionamiento de sus jugadores, por ejemplo: estableciendo objetivos adecuados, utilizando refuerzos positivos, organizando ejercicios atractivos y estimulantes, dando instrucciones precisas, conocer a su equipo calibrando, acompañando y luego guiando en el mapa representacional que posee.

OBJETIVOS

Objetivo general: lograr unas actitudes psicológicas adecuadas para conseguir la meta deseada.

Objetivos específicos:

- Delimitar los objetivos del equipo, tanto a corto como a largo plazo, tanto individuales como colectivos, así como los pasos adecuados para su consecución.

- Distinguir cuáles son los puntos fuertes y débiles del equipo.

- Eliminar las estrategias que puedan estar repercutiendo negativamente en el rendimiento.

- Instaurar estrategias psicológicas adecuadas tanto a nivel individual como de equipo para conseguir los objetivos.

- Tratamiento de todas aquellas características individuales que estén repercutiendo negativamente en el funcionamiento del equipo.

- Conseguir una adecuada “mentalidad de equipo ganador”.

- Dotar de estrategias de una constructiva comunicación entre jugadores, y entre éstos y el equipo técnico.

- Lograr una motivación óptima para superar momentos complicados, enfrentarse a los retos, conseguir metas, superar lesiones, etc.

- Eliminar y/o controlar todos los comportamientos que pertenecen a un ámbito distinto del laboral y que pudieran estar influyendo negativamente en él.