Artículo de psicología | PSICOLOGÍA ARIAS

UN CUENTO... NOBLEZA

Antes de atravesar la puerta del jardín, el forastero supo que había caído bien al Duque.

Una corriente de simpatía se estableció inmediatamente entre los dos.

Durante tres largos días pasearon juntos en silencio. Acompasado el paso, cada uno ensimismado en sus propios intereses, se detenían al unísono a oler el mismo tomillo y a beber de la misma fuente.

Acrecentada por los sucesivos encuentros, la amistad se perpetuó mientras ambos vivieron.

Aquel mastín blanco tenía una verdadera y auténtica nobleza.